Cómo estar más sanos y felices gracias a las palabras.
Tres datos sobre el dolor que desconocÃas.
1. En el dolor es imposible la medicion objetiva.
A cada uno le duele algo en una determinada intensidad.
Y dependiendo del momento.
Si alguien está distraÃdo le duele menos. Si uno está solo le duele más.
2. Hay dolores aprendidos.
Nuestras neuronas son capaces de aprender un dolor crónico. Incluso después de que se haya curado la lesión.
El sistema nervioso construye huellas de memoria relacionadas con la lesión, incluso cuando ésta ya ha desaparecido.
3. También hay ausencias de dolor aprendidas.
Existen culturas en las que las mujeres paren sin dolor porque han “aprendido” que el parto no duele.
Cómo emplear el poder analgésico de las palabras para estar más sanos y felices.
Aportan un toque de humor.
Y restan gravedad e intensidad al dolor.
Por ejemplo, la expresión:
Olor de cabeza
Cuanto más complejo lo pronuncio, más duele.
Extraer la semántica de la palabra ya cambia la asociación modular.
Y la vincula más a la zona de oler que a la zona de doler.
A lo largo de los años nos hemos encontrado con enormes barbaridades de programas históricos inducidos:
– La letra con sangre entra.
– Quien bien te queire te hará llorar.
– Para presumir hay que sufrir.
– Ganarás el pan con el sudor de tu frente.
Esas propias palabras nos están condicionando cierto malestar. Y lo presuponemos como cierto e implÃcito.
¿Se trata de repetirnos la frase “Quiero sentirme bien”?
No. No se trata de repetir quiero sentirme bien.
Se trata de trabajar con sensaciones, emociones… que produzcan la sensación de bienestar y de seguridad.
Conectando con ese recuerdo que nos hace sentir bien. Que nos aumenta la autoestima. Por ejemplo, si me siento seguro conduciendo y lo asocio a la situacion que me produce inseguridad, conseguiré mejorar.
Una vez que se ha hecho la asociación, el anclaje, es muy rápido que se dispare.
Cómo aprovechar los momentos felices para recargar pilas para el resto del año.
Puedes aprovechar el verano para recargar pilas.
Si has trabajado con una palabra o una postura y has nutrido de poder esa palabra, cuando ves esa palabra, se carga de energÃa.
Como la canción del verano.
Se generan asociaciones positivas que se toman de otras partes.
Y si se trabaja y potencia funciona como un ancla que curará lo psicosomático y lo somatopsÃquico.
Y a ti ¿qué trucos te funcionan mejor para ser más feliz?
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